Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Pero las dos con diferentes consecuencias sociales. Mientras Isabel es alabada, María sería avergonzada. ¿No tiene esposo y va a tener un hijo?

Parece que Dios descubre que su segundo intento de revolución sexual ha fracasado porque Isabel no ve las cosas con claridad. (La primera revolución sería cuando Sara, esposa de Abraham, queda encinta siendo vieja y estéril, pero Sara se ríe. Faltaban muchos años de educación para que ellas aprendieran.

Isabel no se ríe, pero tampoco hace nada.

María recibe la tercera oportunidad. Ella tiene más que perder. Es joven, presumiblemente virgen y está embarazada.

O sea… ya no es virgen y eso lo puede atestiguar cualquier ginecólogo.

Joven, mujer, sin esposo y embarazada… ¿Que más señas de una persona fracasada?

Analicemos esto con un poco de calma. ¿Es que acaso hasta a Dios le toca intentar varias veces para que sus propósitos se realicen?

Estas serian buenas noticias. Nos habla de un Dios que no solamente ordena la luz y la luz aparece. Nos habla de un Dios que tiene un propósito y debe tratar varias veces hasta que logra lo que se propone.

Entonces debe ser paciente, debe saber esperar y tratar una vez y otra vez.

Esto lo hace un Dios paciente. Además de ser un Dios que le da ideas a sus hijos terrenales y debe ver realizada su labor a manos de hombres y mujeres que aunque crean “totalmente” en Él, tienen sus propias inseguridades, sus propias desconfianzas y la mayoría de las veces, sus propios compromisos.

Así que pareciera que tenemos un Dios Feminista. Un Dios que en cada aparición que hace, se manifiesta a través de una mujer.

Puede que sea el Ángel Gabriel la mano derecha y mensajero celestial, pero sus milagros se ven manifestados a través de una de ellas.