Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

La razón es convincente. Todos tenían una hora planeada para salir con un plan determinado y se creyó que el niño andaba entre ellos. Incluso lo pudieron haber visto en la caravana cuando salieron, el niño se devolvió y todos seguían tranquilos pues lo habían visto con ellos o hasta María pudo haber visto un niño vestido con ropa similar a su hijo y continuó la marcha hacia Nazaret. Recordemos que el niño tiene doce años y a esta edad uno tiene energía para dejar exhausto al más energético de los padres.

Por ser padre yo mismo, no caigo en la rápida conclusión de que María y José descuidaban a su hijo.

46 Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas;

¿Tres días?

Supongo que Jerusalén era grande o que a nadie se le ocurre buscar el niño en un templo.

Parece ser que cada escritor (y Lucas no es la excepción), escoge los temas y sucesos que quiere escribir, así que dentro de las muchas anécdotas de Jesús, toma algunas populares, otras que nadie ha escuchado jamás y otras sencillamente las elimina.

No lo culpo, yo mismo tomé a un evangelista sobre los otros tres. Pero debo aclarar que al igual que hasta ahora leo detalladamente a Lucas, igual desconozco a Marcos, Mateo y Juan. Así que no es porque Lucas sea más interesante que los otros. Pero algo me hizo inclinarme por Lucas, igual Lucas también se deja llevar por cierto tipo de situaciones, eliminando otros sucesos que se encuentran en otros Evangelios.

47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.

Si el niño repetía lo que ellos promulgaban, sería declarado inteligente. Espérense a que el niño empiece a decir las cosas de otra forma y verán que lo excomulgan.