Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Porque lo que llamamos "problemas" sólo pueden existir en referencia a un pasado. Una vez que te das cuenta que nada de lo que tú hagas, cambia el pasado, los problemas desaparecen.

Algo más interesante con el pasado en que vives: No te deja crear nada nuevo. Te dedicas a copiar y a copiar lo que nunca te funciona, porque todo lo que haces es en referencia a un pasado que ya sabes que no existe.

Solo puedes crear cuando vives en el "ahora". Y si estás confundido te voy a dar un ejemplo. No vas a necesitar papel ni tinta.

Vete a un parque. Busca a los niños que allí juegan. No interactúes con ellos. Sólo observa. Vas a notar que esos niños sólo viven en el ahora y es por eso que pueden crear juegos nuevos. No le tienen miedo a nada. Están abiertos a nuevas amistades y lo mejor: están preparados para reparar amistades sin que queden cicatrices.

Si hay adultos que se interponen con ellos, como sus padres o hermanos mayores, obsérvalos también y vas a descubrir con horror cómo son esos adultos, los que les enseñan a vivir con dolor. Son ellos los que les enseñan a desconfiar, a ser vengativos, a no compartir, a ser tímidos, controladores y antipáticos.

Posiblemente en este momento te quieras ver tú mismo.

Y ahora sí podrás entender a Jesús cuando decía que «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

Él sabía que el pasado de cada uno se iba a interponer con las palabras y el mensaje que él les traía.

Es por ese pasado que llevas en los ojos cada día, lo que hará escuchar cosas distintas a lo que se dice en tu Iglesia, cualquiera que sea a la que tú asistas.

Considera que si el sacerdote, pastor, rabino o monje budista que está frente a ti, sólo podrá comunicarte lo que tus filtros permiten que tú escuches.