Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Y vemos con asombro que la primera vez que menciona a los doce, nos hace saber cuál será el traidor. Nuestra mente ya está predispuesta a los hechos que vendrán y cuando esos sucesos lleguen, entonces nosotros ya habremos perdido nuestro sentido del análisis ya que no hay nada que analizar: Judas es el traidor. Veredicto: Culpable. 

Y nos pasa todos los días, Alguien nos va a presentar a una persona y nos advierte primero: "ten cuidado que no es de fiar", Y ¿cómo nos vamos a comportar a partir de ese momento? Nuestra predisposición no nos dejará tener una relación honesta con esa persona. 

Y ni siquiera vamos a averiguar si la acusación es cierta. El poder que nosotros le damos a otras personas es muy grande y la mayoría de las veces ese poder es utilizado de forma irresponsable. 

Si uno tiene un disgusto con un amigo, se va a encargar de presentarlo con desventaja. Esa persona no tendrá la menor oportunidad de mostrarse como es y nosotros no lo veremos limpio. 

Por eso cada vez que alguien nos presenta a un "Judas", siempre nosotros encontraremos las pruebas que hagan falta para demostrar que tenemos razón. 

Así que Lucas al presentarnos a "Judas Iscariote, que fue el traidor,", pues da pruebas de poca objetividad. 

Desde luego que en la historia que Lucas sabe, Judas Iscariote fue el traidor y no intentó cambiar la historia. Sólo que me quiero cuidar que yo resulte repitiendo lo que otros dicen y terminar convencido que fui honesto con la historia. 

¿Qué fue lo que pasó? 

Yo no lo sé porque yo no estaba allí. 

Leí en varias partes que Judas lo traicionó por treinta monedas de plata. Y siempre me pregunté cómo fue que se enteraron de ello. Y recuerden algo: No estoy interesado en limpiarle el nombre a nadie. Lo único que me interesa es el Jesús de nuestra historia. Judas es irrelevante, de pronto hasta las gracias tenemos que darle porque cumple un papel en el momento en que Jesús pierde la vida. 

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