Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

El anterior párrafo fue una prueba gratis de tu carácter. Ahora continuamos con el versículo. Repetiré el último párrafo para recordar lo que decíamos. 

22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. 

¡Claro!, si las primeras bienaventuranzas son demasiado ‘simples’ para analizarlas, la cuarta deja entrar la luz. No es sólo cuando los odien, sino cuando ese odio venga por mencionar al “hijo del hombre”. 

Además que ocurre aquí una profecía. Aquellos que se atrevan a mencionar que pertenecen al ‘club’ del ‘hijo del hombre’ los van a perseguir. Nadie podrá entender eso si no supiera el futuro. Aquellos apóstoles no sabían en que se estaban metiendo. 

Pudiera ser que les pareció gracia andar detrás de un tipo que hablaba bonito y de pronto hacía milagros asombrosos, pero aquí Jesús les informa que los van a perseguir si se atreven a seguirlo y ellos no entienden. Nadie va a entender que a uno lo persigan por querer llevar amor a la humanidad, pero es que estamos hablando aquí de Dios. 

Dios, por si no se han dado cuenta, ha generado las mayores guerras de la humanidad. 

Corrección: No ha sido Dios, han sido los hombres que se escudan en el nombre de Dios para efectuar masacres, guerras y atropellos. Jesús no es ajeno a esto. Si se sabía la historia de David que repartió el pan de ceremonia entre sus soldados de seguro se sabe las otras historias en donde se mencionan guerras, atropellos y traiciones por doquier. 

De seguro Jesús sabe que van a utilizar su nombre. 

¿Es clarividente? 

¡Claro que no! 

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