Lucas, Teofilo soy yo

24 «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. 

Parece que los que lo tienen todo, están perdidos. 

¿Por qué? 

Sigamos adelante tratando de descubrir por qué a los ricos les irá tan mal. 

25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. 

Parece que todo va a cambiar en directa proporción al estado de ánimo actual. Los que ríen, llorarán y los hartos tendrán hambre. 

Podría ser esto una metáfora que trataremos de descubrir más adelante. 

¿Se refería Jesús al ‘hambre’, al hecho de tener la comida necesaria o era otro tipo de hambre? 

26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas. 

Interesante referencia esta que hace Jesús. Nos indica que los verdaderos problemas empiezan, no cuando se habla mal de nosotros sino cuando todos hablan bien. 

Aquí Jesús utiliza a la opinión popular como la medida para tu vida.

Debe ser como la vida tan publicitada de algunos artistas de moda en donde todo movimiento que hacen es vívidamente publicitado. Los vemos subir con éxitos discográficos o películas atrayentes y nos enteramos de sus grandes éxitos financieros y románticos. Sólo para verlos bajar después con problemas de drogas, divorcios y depresión, todo con fotos y videos que no dan lugar a la duda.
Y no parece muy extraño que a estas personas todo el mundo les decían que ‘sí’ a todo lo que ellos pedían. Nadie se les negaba y como todo el mundo decía ‘sí’ ellos se creyeron el cuento y terminaron mal.