Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

No hay tal confusión porque todo está claro. 

Volvamos con el análisis que nos proponíamos intentar. 

A manera de adivinanza. ¿Qué tal que el reino de Dios que dice Jesús, se trate de creer en Dios aquí?, sin dudas, con todo lo que implica creer. Eso haría que la condición de no morirse antes de ver el reino de Dios, se cumpla. 

Lo cual es fácil de malinterpretar. Por lo menos los Judíos desde tiempos inmemoriales viven con la idea de que el juicio final está a la vuelta de la esquina. Los testigos de Jehová andan aterrados porque el mundo está tan mal que sólo nos queda un par de semanas. De hecho hasta han descubierto la fecha exacta en que el mundo se va a acabar: 1914 

Ya sé que ese año ya pasó pero eso no es culpa mía. Es que hay culturas que saben más que los demás. 

Después la han ido cambiando: 1916, 1918, 1922. 1923, 1925… y así sucesivamente. Después decidieron no volver a dar fechas concretas, o sea que estamos progresando. Pero la idea continúa y en cuanto uno se encuentra con un testigo de Jehová, prácticamente se entera que tiene los días contados. 

En los días de Jesús, se esperaba un Mesías guerrero que acabara con gobiernos y en donde los pobres se tomaran el poder. 

Llegó el Mesías y no dió ninguna señal de querer pelear. Al contrario, predicó que al ser golpeado en la mejilla izquierda, se ofreciera la derecha. Así que algunos de los que lo esperaban, decidieron negar que el Mesías fuera el Mesías y siguieron esperando el Mesías. Pero este nuevo Mesías no debe ser como el Mesías quiera ser, sino tal como nosotros tenemos diseñado al Mesías. 

Vuelvan a leer para que me entiendan, eso evita que yo repita lo mismo. 

Más o menos como los tres cielos de los mormones, nosotros adivinamos como es el cielo. Con palacios y flores. Y una vez que tenemos todo en nuestra mente, se lo hacemos saber a los demás que en agradecimiento nos declaran profetas.

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