Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Y resumiré este versículo en una oración que ya escribí antes: Hay que pedir y hay que buscar lo pedido. 

Eficacia de la oración. 

9 y 10. «Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán. 

Parece que yo no estaba tan lejos del significado de este párrafo. Todo el que busca encuentra. 

Y esto va más allá de la oración. No se trata solamente de pedir, pedir y pedir, sin saber las consecuencias de lo que se pide. De pronto se entiende que el pedir en una oración, conlleva una ayuda que en realidad se necesite, pero más allá de la oración, uno pide cosas. Uno busca un trabajo. Uno hace ciertas preguntas, que de una forma u otra, se llegan a responder. 

Pero debo confesarles algo: solamente cuando no creo es que no entiendo. 

Yo había leído esta parte del evangelio y nunca lo había entendido. Porque no creía. 

Y al no creer, la puerta está cerrada para mí. Es lo mismo que pararme frente al árbol de frutas y esperar que se me sirva mi plato. No es así. 

Solo el que cree, lo entiende. 

¡Qué gran chiste! 

Y no quiero decir que estos versículos sean chistes, nada de eso. 

El chiste soy yo. 

Déjenme explicarlo de otra manera. 

Cuántos de nosotros no hemos estado en una reunión con mucha gente cuando de pronto alguien hace un chiste. A veces hay una persona que no entiende el chiste. Después de mucho rato, esa persona entiende el chiste pero ahora pasa algo nuevo: Ahora esa persona es el chiste. Es una forma de decirle lo confuso que está. 

Pues he estado confundido.

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