Lucas, Teofilo soy yo
¡WOW!
Aquí nos manda un mensaje claro. Uno tiene que examinar sus obras, sus creencias y descubrir si lo que está haciendo es por una creencia real o estamos repitiendo lo que nos enseñaron sin preguntar nada.
Además que no importa si lo que hacemos fue aprendido, eso no importa. Si lo hacemos debemos responder por eso.
Es que si nosotros hacemos las cosas mal, no podemos culpar a nuestros padres o a los que nos enseñaron lo que sabemos. Por eso dice que igual es culpable el que mate al que es testigo y le hace monumento.
49 al 51. «Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán y perseguirán, para que se pidan a esta generación cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación.
Cuando dice que “a esta generación” Se refiere a todos. Porque cada cual es responsable. En realidad somos una sola generación. De nada sirve culpar a tus padres o de nada sirve que ellos sean los mejores del mundo si tú decides no serlo tú mismo.
52. « ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido.»
Ni rajan ni prestan el hacha.
Los legistas, aquí parece referirse a los científicos de la época.
Aunque yo ni idea tenía que hubiera científicos en ese entonces.
La palabra legista pareciera referirse a ‘Ley”, así que podrían ser jueces, o cierta clase de policías y al parecer estos se han vuelto duros.