Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Si fue un golpe duro que Esau se comiera las lentejas, es un triunfo que Jacob le de tanta importancia al asunto, que llegue al extremo de ponerse la ropa sudada de su hermano para que el padre no detectara la diferencia y se negara a bendecirlo.

Debió haber reunión de urgencia en el cielo. Supongo que Dios caminaba de lado a lado estudiando los hechos acaecidos y por fin decidió hacer algo de importancia.

Ya que Jacob quería la primogenitura, ya que Isaac lo había bendecido y ya que Esau la había vendido, pues que sea Jacob el que reciba los honores.

Y después pasa lo que tenía que pasar. Jacob sale huyendo de su hermano, ya que en cuanto Esau tuvo la barriga llena, cambió de parecer, pero era demasiado tarde, su padre había muerto y la bendición había sido entregada.

Decía que Jacob huía y se alejaba, pero aunque huía y tuviera miedo, debía descansar. Y durmiendo lo encontraron. No Esau, gracias a Dios, sino Dios mismo que se le apareció en sueños y reaseguro el pacto nombrando a Jacob portador de la bendición.

Nótese aquí que fue el mismo Dios que vino a verlo. Nada de mensajeros. Nada en contra de Gabriel pero parece que la situación estaba fuera de control y no había tiempo de planear nada.

Además Gabriel parece vanidoso y no hubiera venido hasta que sus alas estuviesen acicaladas.

Lo que me lleva a preguntarme: ¿Cuáles alas?

La verdad yo no sé porqué, pero hasta donde yo sé, los ángeles graduados tienen alas y los aprendices a angelitos, llevan una lira que interpretan escondidos tras de una nube.

Y hemos hablado de todo esto simplemente porque Lucas nos dice que en Belén nació el primogénito. ¿Entienden ahora porqué yo pregunto que el primogénito de quién?

Gracias por su paciencia.

Entonces es el primogénito de María, pero aún queda por verificar que sea el primogénito de José.