Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Por ejemplo:

  • Isaac ya se va a morir, Así que aunque haya sido engañado en realidad no sale lastimado. Es más, de seguro ni se enteró.

  • Esau tampoco es que haya salido muy mal, ya que él sabe que la promesa es para un futuro muy lejano. Es más, él ya sabe que vendrá una época de esclavitud. Así que es posible que al no ser parte de esa alianza, hasta se evite la temporada de esclavitud para su familia y aunque la recompensa sea grande, pues él ya no estará vivo para entonces, así que más vale lentejas en mano que promesas volando.

  • Jacob es el que menos se lástima, de hecho es él que sale ganando, no sólo porque recibe la bendición sino que además, es lo que él quiere, así que no veo lastimadura visible.

  • Rebeca quiere la bendición para su hijo Jacob. El es su favorito y por lo tanto no sale lastimada.

  • El pueblo de Israel poco sale lastimado ya que ellos están a la merced de lo que pase. Poco les llamara la atención tales sucesos y en caso que Esau llame a un tribunal a su hermano, nadie asistirá porque verán que se están peleando por la bendición de un tipo al que ya enterramos.

¿Entonces quién es el que sale más lastimado?

¿Qué tal que el más lastimado sea Dios mismo?

Volvamos a revisar este asunto de la bendición al primogénito.

Dios había enviado sus ángeles que se habían reunido con Abraham y habían hecho un pacto con él. Su esposa Sara, vieja y estéril es bendecida con un embarazo. El pacto se lleva a cabo y es para la descendencia de Abraham, pero ¿Qué pasa dos generaciones más adelante?

Algo alarmante. Ya en la segunda generación, Esau que es el afortunado de continuar con el pacto divino, decide vender el contrato por unas lentejas que hasta estarían mal condimentadas.

¿Imagínense a Dios que se ha tomado la molestia de enviar mensajeros y hacer pactos con esta gente para que ahora uno de esos diga, que el pacto se vende al mejor postor?

Pero entonces… ¿Qué hacemos con Jacob?

¿Declaramos nulo el pacto ya que el que recibió la bendición se hizo a ella por medio de trampa?

¡Claro que no!, no faltaba más.