Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Esto sí es nuevo. Alguien va a caer y algunos otros se van a elevar y además otros van a lucir contradicientes. Es nuevo porque nadie se había preocupado por esos detalles. Sabíamos que vendría el Mesías y acabaría con todo lo malo, nosotros los buenos tendríamos paz y ya. 

Nótese aquí que yo soy del equipo de los buenos. Prosigo. 

Ahora ¿Qué es eso de signo de contradicción? 

Hasta ahora no entendemos eso. 

Si ya supiéramos la historia pues de pronto lo entenderíamos y hasta ahora solamente Lucas se la sabe. ¿Podría ser que Simeón sea una creación de Lucas? O de cualquier otra persona que ya sabe la historia y le empieza a agregar detalles proféticos. 

O aunque todo fuera cierto, sigo recriminando a Lucas por recordar más a un viejo al lado del templo que el mismo nacimiento y crecimiento de Jesús. 

Este detalle de Simeón le añade sorpresa y espectacularidad al asunto pero no agrega detalles personales a la historia. 

35 ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.» 

Aquí Lucas eleva a María a un puesto no antes visto. De hecho al ser escogida como madre de Jesús, ya coloca a María en un sitio especial, ella misma nos había dicho antes, que las futuras generaciones la llamarían bienaventurada. Y ahora es Simeón el que nos dice lo mismo. 

Aquí en Lucas aparece de nuevo las dos maneras que tenemos para escribir la misma historia: O la escribimos tal como la recordamos o la escribimos para que alguien más la lea. Estén atentos porque no es igual. 

Simeón hace lo mismo, no está hablando de la crucifixión y muerte de Jesús, está hablando de lo que esa muerte representa para María: será una espada en el alma. Y esa muerte no será en vano ya que pone al descubierto las intenciones de algunos. 

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