Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Buena pregunta.

Primero aclaremos que el diablo no es una persona con poderes ilimitados. No lo es. Ni siquiera tiene poderes. No puede volar, no puede levantar muertos ni puede obligar a que lo adoren.

Es cierto que da la idea, pero hasta allí llega su poder. Si se le puede decir a eso poder.

Aunque… a una idea sí se le pudiera llamarla poder. Cuando una 'tentación' se encuentra con la 'indecisión', ahí sí vamos a ver algo poderoso. Destructivo y

poderoso. La indecisión puede ser tuya o mía. Entonces el diablo, que no es otra cosa que una idea que tienta, se convierte en real. No porque sea real, sino porque nosotros tenemos el poder de hacerlo real.

Es que somos tan poderosos que si no escogemos bien, nosotros mismos crearemos la que nos destruirá.

Cuando te llega la idea de robar, he ahí el diablo del que tanto te han hablado y que nos hizo pasar noches aterrorizados porque sentíamos su presencia bajo nuestras camas.

Porque la idea que tú robes no es en sí poderosa, tampoco trae problemas, no lastima a nadie. A no ser que tú pongas en práctica esa idea y robes. Eso sí es peligroso, nos llena de problemas y lastima a mucha gente.

Pero el peligroso aquí no fue el diablo. Fuiste tú que te dejaste tentar.

Si nos fijamos en las tentaciones del diablo para con Jesús, ninguna es en sí peligrosa. Se hubiera convertido en decisiva en el momento en que Jesús levante su mano y las pobres rocas se conviertan en pan.

¿A quién lástima que una roca se vuelva pan?

Parece que a nadie, pero en realidad ni nos podemos imaginar en qué hubiera terminado todo esto si el diablo se convierte en promotor de milagros y acciones ‘sin importancia’.

Quién sabe cuántas cosas hacemos nosotros, porque nos llega la tentación a nuestra casa y nosotros ni cuenta nos damos que estamos siendo puestos a prueba. Y ni nos damos cuenta que no logramos los resultados que esperamos, sólo para descubrirlo después y cuando, en lugar de afrontar nuestras responsabilidades, decidimos culpar al vecino o al amigo o al mismo diablo; pero encontraremos al diablo diciendo: “Yo sólo dí una idea. Disculpen pero sólo quería apoyar”