Lucas, Teofilo soy yo

Y pudiera seguir con que la altanería se alimenta del orgullo para subsistir, pero ustedes ya lo saben, así que ahorro la tinta. 

¿Y al final qué? 

Al final no obtenemos lo que buscamos en primer lugar: El amor que necesitamos para sobrevivir. Y ni nos damos cuenta que la estamos buscando de la manera equivocada por una sencilla razón: Nosotros nunca nos equivocamos. Y pedir perdón es admitir que me equivoqué. Y el orgullo me dirá las palabras que tengo que decir y la arrogancia estará lista para que yo diga las palabras con el tono correcto. 

Es un círculo del que no nos podemos escapar. Ni antes, ni nunca. 

A no ser que tú quieras de verdad lograr amor. 

Si ese se convierte en tu objetivo primordial, entonces vas a ver las cosas de otra manera. 

Y el mundo, en un mundo nuevo. Un mundo en donde no se perdone a nadie porque nadie te ofende. ¿Tengo que pensar positivo para que esto me suceda? 

No. 

No se trata de pensar positivo. Se trata de vivir bien. Cuando tú vives bien, el pensar positivo no es requerimiento, porque no vas a repetir palabras que en algún momento no tienen poder ni razón de ser. 

Cuando recibes maltrato y ya sabes que es una persona buscando amor, no estarás pensando positivo, estarás inventando una manera nueva de vivir. Un mundo nuevo. Un mundo en donde la tristeza no tiene lugar. 

Para tener pensamientos positivos, sólo se requiere pensar positivo y eso no te va a traer muchos resultados. Y si algo bueno te sucede, será solo un accidente y no lo vas a poder repetir. Cuando vives bien, tomas acciones que puedes repetir. 

Eso es acción y la acción siempre te dará resultados. 

25 ¿Qué es más fácil, decir: `Tus pecados te quedan perdonados', o decir: `Levántate y anda'? 26 El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.»