Lucas, Teofilo soy yo

Vamos a dar por cierto que todo esto es verdad. También pareciera que Juan el Bautista aún vive, de otra forma Jesús no lo hubiera utilizado pasa sus metáforas, especialmente ahora que anuncia que ‘el novio’ algún día va a faltar. 

Ahora que Jesús ya demostró saber jugar con palabras. Y el aquí se declara ‘el novio’. Él lo sabe y predica, ser la parte central del mensaje, pero sus palabras siguen sin comprenderse por falta de alguien que escuche. Que en verdad escuche. 

36 Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo, porque, si lo hace, desgarrará el nuevo, y al viejo no le irá el remiendo del nuevo. 

¿Qué habrá querido decir?

¿Será que les está diciendo que ahora empiezan nuevas reglas? 

Podría ser. 

Jesús aquí les da la noticia que hay nuevas reglas. Ni siquiera informa que hay nuevos mandamientos porque al parecer los 10 que le dieron a Moisés han funcionado bien. Es sólo la forma de vivir alrededor de ellos lo que parece ha sido un fracaso y se necesita un nuevo comenzar. 

No un cambio sino un nuevo comenzar. 

Desde luego nadie iba a entender lo que Jesús decía porque recordemos que Jesús es un revolucionario y las revoluciones se entienden muchos años después. 

La única manera de entender una revolución es si tú eres el que la inicia o si el que la inicia te la explica. Pero aunque te la explique aún vas a tener un problema y es que tú podrías oponerte a la revolución y por lo tanto no la entenderás. 

Es el caso de los fariseos que frecuentan a Jesús y lo escuchan y le hacen preguntas. Para un testigo cualquiera, estos fariseos estaban interesados en lo que Jesús decía. Pero estaban interesados sólo para atacarlo con sus propias palabras. Ya dije que el diablo tentó a Jesús no con mentiras sino con verdades, es ahí donde está el gran problema que debe afrontar el equipo de los buenos, equipo del que todos nos sentimos parte, incluso los del equipo contrario dicen ser del equipo de los buenos.