Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Misericordia y beneficencia. 

36 «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. 

Esa es la idea. Nos va a costar mucho, porque desde niños lo que aprendimos fue a defendernos y a cuidar nuestras pertenencias. Así que aprender a ‘dejarlo ir’ y a perdonar nos va a tomar tiempo. 

¿Lo podremos lograr? 

¡Claro! 

Sólo requiere preparación y no nos van a faltar oportunidades para practicar. De hecho nos van a llegar en forma de tentaciones. Volvemos a las tentaciones. 

Fíjense que Jesús no sacó corriendo al diablo. Jesús enfrentó al diablo. Lo tentó y le ofreció la oportunidad de hacer el bien. Cuando el diablo se alejó de Jesús, debió quedarse pensando si no sería mejor volver al buen camino en lugar de estar perdiendo el tiempo ofreciendo montañas que son estériles si no se tienen buenas semillas. 

Me imagino a este diablito rascándose los cuernos y tratando de entender por qué él estaba tan solo, cuando podía estar en mejor lugar. 

Ahora… ¿Que cómo yo que el diablito tenía cuernos? A mí me contaron ese cuento y yo me lo creí todo, hasta que fui tentado por una versión mucho más interesante.

Jesús nos pide que seamos compasivos como El Altísimo. No dudo que nos tome trabajo, pero de seguro que se puede lograr. Así que olvídate de los cuernos y no te dejes tentar. 

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