Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Creía en Dios y no dudó un momento en ir predicándolo. Veía el pecado y lo llamaba por su nombre. Debió haberle costado la vida. No comía pan, no bebía vino. 

Jesús no es similar a Juan en estos dos aspectos. Al parecer recibe comida y si le ofrecen un vaso de vino, lo disfruta. También lo recibe del que quiera ofrecérselo. Incluso de los pecadores públicos que todos conocen y que le dan el nombre de borracho y comilón. 

Y de cualquier manera esto no ayudaba mucho a la causa. Ni Juan que no bebía ni Jesús que sí lo hacía. Por donde sea, te atropellan. 

Entonces Jesús entiende que no importa lo que diga o haga, siempre será criticado por su generación. Sabía que no había recompensa y seguía su camino. Es posible que supiera que la recompensa vendría más tarde, cuando él ya no estuviera vivo para verlo. 

La pecadora perdonada. 

36 Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. 

Ya nosotros mismos estamos recelosos de los fariseos. Ahora uno de ellos lo invita a comer. Es de esperarse que sus intenciones tengan guardadas. Es sólo cosa de tiempo para que todo se descubra. 

37 Había en la ciudad una mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume 38 y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. 

¿A que se refieren con ‘mujer pecadora pública’?

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