Lucas, Teofilo soy yo
Pero tampoco te puedes ir y dejarme a la deriva porque recuerda tu segundo objetivo:
Segundo objetivo: Esperar que el mensaje se entienda.
Si Jesús tuviera ese segundo objetivo, se llenaría de rabia, dolor, depresión, cólera, tristeza, abandono y todas esas cosas en la que la gente cae y que son publicadas todos los días en los periódicos.
Todo porque hacemos algo esperando algo a cambio.
Esa es la fórmula del fracaso.
El día que hagas algo sólo porque lo quieres hacer, entonces sólo podrás triunfar en cada cosa que hagas. No podrás fracasar, será imposible sufrir. Serás una persona realizada, libre y feliz.
Pero nosotros trabajamos para recibir dinero. Nada malo con eso, pero es por eso que lo llamamos trabajo. Si fuéramos a realizar una labor porque la queremos hacer y además nos pagan por ello, entonces tus días de "trabajo" serían mucho más amenos y entretenidos.
Nosotros damos limosna para recibir adulación.
Damos regalos para recibir agradecimientos.
Damos amor para recibir sexo.
Damos sexo para recibir amor.
Damos fiestas para recibir regalos.
Todo lo damos a cambio de algo.
Y por supuesto cuando no recibimos lo que esperábamos, ahí empieza nuestro infierno. De hecho si alguno aún se pregunta si el infierno existe, es muy posible que ya esté viviendo en uno, porque sólo el que hace la pregunta, lo presiente.
Así que es por eso que ante la pregunta mía de que si ¿Estará Jesús enfadado cuando exclama: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»? la respuesta es un rotundo "no". De hecho su comentario es bien explicito: el que tenga oídos para oír, que oiga.
Indice
Introducción
El Evangelio según San Lucas
Capítulo 1
Nacimiento y vida oculta de Juan el Bautista y de Jesú
El ángel del Señor y Zacarías
La Anunciación
También Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo
Capítulo 2
Pacto con Abraham
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12