Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Y algo más: Jesús no le está hablando a sus apóstoles, nos está hablando a todos. Vuelve a leer el versículo. Si lo ves, vas bien. Si lo entiendes, vas mejor. 

11 «La parábola quiere decir esto: La simiente es la palabra de Dios. 12 Los de a lo largo del camino son los que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la palabra, no sea que crean y se salven. 13 Los de sobre piedra son los que, al oír la palabra, la reciben con alegría; pero no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba abandonan. 14 Lo que cayó entre los abrojos son los que han oído, pero las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida les van sofocando y no llegan a madurez. 15 Lo que en buena tierra son los que, después de haber oído, conservan la palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia. 

OK. Un poco diferente a la mía… ¿Pero qué esperaban?... no estaba tan lejos, sólo que yo me apegue a las cosas terrenales. Además, y en mí defensa, ustedes estaban creyendo mi explicación hasta que a Jesús le dio por explicarla él mismo. 

En cierta forma esto es una buena señal. Fíjense que algunos han escuchado esta parábola y la han analizado pero siguieron de largo. Nosotros nos quedamos y ha sido el mismo Jesús el que nos la entregue, esta vez no como parábola, sino ya analizada por él mismo, así que salieron ganando porque han recibido dos análisis a esta parábola. 

De nada. 

Cómo recibir y transmitir la enseñanza de Jesús. 

16 «Nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto.18 Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.»

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