Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Pero no fue exactamente que no me haya gustado por lo que decía, sino que me dí cuenta que no la podía entender. O sea, su madre y sus hermanos están allí afuera y él contesta de una forma que la pobre madre se pudiera ofender: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.” 

¿Qué quieren decir estas palabras? 

Después descubrí que yo era muy niño para entenderlas y mi necesidad básica de protección me impedía pensar a mi antojo y todas mis decisiones estaban siendo tomadas bajo la premisa que no podía decir nada fuerte de mis padres o correría el peligro de perder mi techo y mi comida. 

Cuando uno crece, la vida lo pone en una situación de libertad. No que uno quiera despotricar sobre sus padres, sino que los objetivos que uno tiene en la vida, muchas veces se estrellan con las personas que uno quiere y que generalmente son su propia familia. Igual podría pasar con un amigo que esté en desacuerdo con las decisiones que yo tome, pero sin querer generalizar, esta clase de conflictos se ven más a menudo entre la misma familia por el poder de decisión que uno llega a tener sobre los demás hermanos o los padres y viceversa. 

Aquí Jesús nos dice; “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.” 

¿Nos estará diciéndonos que nos rebelemos? 

No necesariamente. 

Yo creo que aquí Jesús nos da una muestra de la seriedad de su objetivo. 

Jesús tiene un objetivo claro. Viene a hablar de Dios, trae un mensaje en donde la forma de comportarse es una en donde todos nos beneficiemos. No nos aplasta con la culpabilidad de nuestros pecados sino que nos libera de ellos al decirnos con hechos que ya todos fueron perdonados y que vivamos más libremente amando a nuestros enemigos. 

él quiere traernos este mensaje y al llegar su madre y sus hermanos nos lo deja saber. Es posible que la señora allá afuera sea su madre y las personas al lado de ella sean sus hermanos, pero de nada sirve si no cumplen la palabra de Dios. Además que si alguno tuviera la lejana esperanza de ser hermano de Jesús, pues ya lo logra cumpliendo la palabra de Dios. De nada va a valer los vínculos de sangre.

Además, que ahora que sabemos que Maria es parte integral de todo lo que esa pasando, ya no me preocupa lo que ella está pensando cuándo le lleguen con el chisme de que “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.”. De seguro, ella al escuchar esa frase, no podía estar más de acuerdo. 

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