Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

No hay mucho que analizar de este suceso. Ya tenemos en claro que Jesús además de traer un mensaje de paz, tenía poder sobre males, enfermedades y demonios. 

También debemos entender que hace dos mil años se desconocían muchas enfermedades y supongo que a muchas enfermedades se les catalogaba de demonios internos. (Aclaro que dije ‘supongo’, así que no respondo por el análisis personal erróneo producto de que me crean) 

Y no deja de ser interesante que llegue Jesús a un pueblo, cure al endemoniado y la gente se asuste y manden salir al que lo curó. 

Toda esta gente ya están tan acostumbrados a vivir con el enfermo que no tenían la menor idea sobre cómo iban a poder vivir con el curado. 

Si aún no entiendes este versículo puedes hacer un segundo test de atención personal. 

Supongamos que tú eres una persona de aquellas que se considera de mal genio. Una persona violenta. Entonces toma un día para divertirte y durante todo ese día, decides no molestarte por nada. En cuanto sientas un mal genio ve y abraza al que te ofendió. No te preocupes, es solo por un día. 

Te garantizo que por la noche ya la gente estará asustada. Nadie querrá estar cerca de ti y te obligarán de una forma u otra a que vuelvas a ser el violento que antes eras. 

Por eso esta gente en lugar de pedir más milagros, opta por mandar a Jesús al destierro. 

¿Y ustedes creen que Jesús se enfado por eso? 

Claro que no. “El que tenga oídos para oír, que oiga.” 

38 El hombre de quien habían salido los demonios le pedía estar con él; pero le despidió, diciendo: 39 «Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo.» Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con él.

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