Lucas, Teofilo soy yo

Jesús aquí no reacciona. No se molesta como con el hijo endemoniado. Aquí aprovecha la ocasión para enseñarles un poco de modestia. Parece ser que el que menos pide, es el que más recibe.. 

Y ahí se quedó la historia. No supimos quien habló ni quien calló. Pero era que no había falta saberlo. Es la historia cómo se desarrolla y la forma en que Jesús toma cualquier situación y la utiliza para continuar su tarea. 

Empleo del nombre de Jesús. 

49 y 50.

Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros.» Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros está por vosotros.» 

Este es el mismo caso anterior. OK, un poco diferente pero la misma idea. 

Aquí los apóstoles no detectan lo simple. Y ellos mismos lo dicen: “Alguien está transmitiendo tu mensaje y respeta tu nombre” 

Es que esa era la tarea que tenían que estar haciendo ellos. Obviamente éste que ahora andaba expulsando demonios cree en Jesús y por eso se atreve a mencionarlo y darle el crédito correspondiente. 

Es por eso que Jesús lo respalda. Este nuevo “apóstol” no está contra Jesús. Al contrario, está haciendo la misma tarea y es por eso que no está en su contra y Jesús mismo lo dice: El que no está contra ti, está contigo. 

Y aquí mismo está la semilla de tantas iglesias que ahora merodean el mundo. Los apóstoles van, descubren a alguien que habla, hace curaciones utilizando el nombre de Jesús y ¿Qué es lo primero que se les ocurre a los apóstoles? 

Eliminarlo.