Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

El punto aquí es comprensión, entendimiento y paciencia. Todos tenemos un poco de la verdad que buscamos. Yo estoy seguro que este análisis le puede servir a alguien más. Para empezar me sirve a mí mismo que obviamente estoy interesado en saber más y por ello me embarqué en este análisis. 

Tolerancia. 

Esa es la clave para ser feliz. Tolerancia que no es otra cosa que el respeto a las ideas ajenas. Tolerancia con nosotros mismos que de pronto sentimos que tenemos la idea "correcta". Nunca tendremos la idea correcta porque la idea correcta no existe. No hay nada en este mundo que nos quede bien a todos. No hay ni una clase de ropa, ni una clase de comida, ni una música especial, ni una pintura, ni una escultura, ni un tipo de mujer u hombre, ni un animal al que todos por unanimidad podamos declarar 'correcto" para todos. 

Somos diferentes y tenemos diferentes gustos y es ahí en donde está la verdadera perfección. 

Los hombres somos felices uniendo nuestra vida a un ser totalmente diferente a nosotros llamado "mujer". Y es ese tipo de diferencia lo que en realidad nos hace fuertes. ¿Por qué entonces pretender que pensemos igual? 

Por ejemplo, estos escritos me satisfacen a mí. Y me gustan tanto que los quiero compartir. Los he leído varias veces para asegurarme que sean congruentes. Pero ¿pretender que se conviertan en la forma universal de creencia? Eso es absurdo. Es más, hasta yo mismo me he dado permiso para que en un par de años, cuando los vuelva a leer, y esté en desacuerdo con algunas cosas, las vuelva a editar. No hay ningún problema con eso. 

Y todo esto se los digo, porque se me ocurrió ir a averiguar las otras versiones de la oración conocida como el Padre Nuestro y encuentro que la versión de Mateo es la que yo conozco. No es diferente, solo que con el pasar del tiempo y sus traducciones, pues cambian un poco. 

Así que aquí me embarco en este Padre Nuestro. 

Padre Nuestro. (Versión Mateista): 

273

Anterior                              Siguiente