Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

Además al creer que él es nuestro, aceptamos que es todopoderoso y que su voluntad se cumple. Todas las siguientes frases giran alrededor de la primera en donde Jesús nos enseña a orar. 

Cuando nos insta a empezar con: Padre Nuestro… En ese momento debemos elegir si creemos o no. Las otras frases son de puro retoque ya que al creer que es nuestro padre, pues debemos admitir que su nombre es sagrado, que su reino vendrá, (O nosotros iremos) y que su voluntad se cumple. 

También nos incluye porque nosotros somos parte vital de que su voluntad se realice. Es aquí en donde nuestra importancia cobra valor. No es cuando nos sentimos "importantes" sino cuando en realidad lo somos. 

Nuestro pan cotidiano dánosle hoy. 

Aquí cambia todo el sentido de la oración. Si antes todas las frases iban dirigidas a confirmar que Dios, primero es nuestro padre, luego que es Santo y luego que su voluntad se hace, ahora ya no se trata de Dios. Ahora somos nosotros los que entramos en la oración. 

Si nosotros somos cuerpo y espíritu en donde los dos tienen que negociar cada uno buscando lo mejor para sí, pues entonces este es un mensaje en donde Jesús nos dice que él sabe que tenemos un cuerpo al que debemos atender. 

Él nos insta a pedir un pan diario. No solamente nos hace saber que un día el reino vendrá. (O nosotros iremos a él.) Sino que pide el pan que necesitamos para vivir día a día. 

Así que Jesús nos hace saber que nuestras necesidades físicas son entendidas. Nuestros deseos de superación vienen con nosotros y no hay necesidad de negarnos o suprimirnos, ya que son necesidades entendidas y esperadas por nuestro creador. 

De hecho ese mismo Dios que nos creó, sabe que nos da hambre y que requerimos de un pan diario para saciarla.

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