Lucas, Teofilo soy yo
Se nota aquí que el traductor de este evangelio se nos cansó. Porque al empezar a leer, creí que el mudo era el demonio y no el hombre que estaba poseído. Así que esta es una señal de estar atentos porque en la traducción se pierde mucho incluso cuando se hace con cuidado y se perderá mucho más cuando el traductor pierde la claridad por un momento y al decir: “Estaba expulsando un demonio que era mudo.” nos confunde. Así que como éste error de traducción, debe haber más. Eso sin contar con las cosas que a Lucas le pareció que no valía la pena contar. Por eso es interesante leer este evangelio por cuenta propia para poder tener una idea de todo lo que se lee y algunas veces poder detectar que hay algo que no cuadra.
Y desde luego debemos estar atentos, para cuando seamos nosotros los que intentemos pasar por confundidos. Volvamos a leer este versículo y descubramos qué más le vemos, que de seguro algo se nos pasó por alto.
14. Estaba expulsando un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, rompió a hablar el mudo y la gente se admiró.
Esto podría darnos una señal de lo que se llama espíritu inmundo en la época de Jesús. Una enfermedad, que no deje al cuerpo funcionar de una manera normal, es considerada un espíritu inmundo.
La verdad, la única “necesidad” de aclarar que es un espíritu inmundo, es en realidad mi necesidad básica de entender las cosas. Es por eso que debo explicar, qué cosa es cada cosa que aparece aquí en el evangelio de Lucas. Así que no me crean, sin preguntarse ustedes mismos qué es un espíritu inmundo y si les interesa encontrar la respuesta, pues la buscan o la dejan pasar sin que ello afecte el entender el mensaje que Jesús nos presenta en el evangelio.
15. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»