Lucas, Teofilo soy yo

German Muñoz

42.  Pero, ¡ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la  justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar, aunque sin omitir aquello. 

A Dios rogando y con el mazo dando. 

Esta es una frase de mi tierra y que aquí Jesús dice. El no elimina la práctica de pagar el diezmo de algunas cosas. O lo que sería para nosotros los impuestos a los que estamos acostumbrados y que se recogen para beneficio de todos. Sólo que hace ver que la justicia hacia el prójimo ha sido dejada a un lado. Las mismas leyes que se hicieron para unir y ayudar, son las mismas que este fariseo utilizará para destruir a uno de sus invitados. 

Si lo iba a criticar, ¿Para qué lo invitó? 

43 y 44. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer Asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!» 

No creo que haya necesidad de mi análisis en este versículo. 

Al menos no para mí. Es que a veces yo explico los versículos, no porque vea la necesidad de explicárselos. Es que yo no los entiendo y debo esforzarme por entenderlos. 

Y descubrí algo más. Que ya sé lo que voy a decir. Aunque no tenga la menor idea que voy a decir. Pero como sé la idea de Jesús y que repite eso del amor al prójimo y le encanta que crean en su padre, pues me es fácil ya a estas alturas, poder analizar lo que se dice. Y a veces me parece tan fácil que ni necesidad veo de analizarlas porque ya estamos muy por encima de explicaciones. 

Aunque para decir que este versículo no necesitaba explicación se me fueron dos explicaciones. 

Gracias por su atención y seguimos con el siguiente párrafo.

45 Uno de los legistas le respondió: « ¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!» 

Qué interesante ésta queja.

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